¿Has notado que tus ventas no suben… aunque jures que estás “haciendo todo bien”?
Spoiler: no, no es el algoritmo ni la crisis. Es muy probable que estés cometiendo algunos errores que sabotean tus resultados sin darte cuenta.
Y lo peor: los comete casi todo el mundo.
Así que antes de culpar a tu competencia o al universo, revisa esta lista. Porque sí, puede que el problema no sea tu producto… sino tú.
1. Vendes, pero no comunicas (y la gente no adivina)
A veces creemos que vender es hablar mucho. Pero la verdad es que vender es comunicar bien.
Y si tu mensaje no conecta, ni el mejor descuento te salva.
¿Tu cliente entiende qué problema le resuelves o solo ve frases genéricas tipo “calidad, confianza y servicio”? Traducción: bla, bla, bla. ![]()
Consejo: habla el idioma de tu cliente, no el tuyo. No digas “soluciones innovadoras”, di “te ayudamos a dejar de perder tiempo con X”.
“Si tu mensaje necesita un diccionario, estás vendiendo a ti mismo, no a tu cliente.”
2. Quieres gustarle a todos (y terminas gustándole a nadie)
Error clásico. Quieres venderle a “todo el mundo”. Pero “todo el mundo” no tiene el mismo problema, ni el mismo presupuesto.
Cuando intentas atraer a todos, tu mensaje se diluye más que café instantáneo.
El secreto está en definir quién es tu cliente ideal y hablarle directo.
Consejo: escribe tus textos como si hablaras con una persona específica. Esa que sabes que te necesita, te entiende y puede pagar.
Dato curioso: según HubSpot, las empresas que usan buyer personas bien definidas aumentan sus conversiones en un 124%.
3. Estás en modo “oferta eterna”
Promoción, descuento, 2×1, liquidación… ¿y tu margen? ¿bien, gracias? ![]()
Estás entrenando a tus clientes para comprarte solo cuando haces rebajas. Y eso no es vender, eso es sobrevivir.
Consejo: en lugar de bajar precios, sube el valor percibido. Muestra lo que hace diferente a tu producto, los resultados reales, los testimonios o la experiencia que generas.
“Si la única razón por la que te compran es el precio, entonces te van a cambiar por otro más barato.”
4. Estás más ocupado que productivo
Te pasas el día respondiendo mensajes, haciendo “pendientes”, revisando el feed… pero las ventas no llegan.
Bienvenido al club del autoengaño productivo. ![]()
Estás confundiendo movimiento con progreso.
Consejo: todos los días haz solo una acción que te acerque a vender. Una llamada, un correo, una historia con CTA. Lo demás es relleno.
“No confundas estar ocupado con avanzar. La rueda de hámster también se mueve, pero no llega a ningún lado.”
5. No das seguimiento (y dejas el dinero en la mesa)
Tu cliente interesado te dijo “déjame pensarlo” y tú… lo dejaste pensar hasta 2035.
Gran error. La mayoría de las ventas no se pierden por rechazo, sino por falta de seguimiento.
Según Salesforce, el 80% de las ventas requieren al menos 5 seguimientos, pero la mayoría de vendedores se rinde después del segundo. ![]()
Consejo: automatiza recordatorios, usa un CRM (aunque sea una hoja de cálculo) y da seguimiento sin miedo.
No estás molestando, estás haciendo tu trabajo.
6. Te enfocas en el producto, no en la emoción
A nadie le importa si tu producto es el más técnico, rápido o eficiente.
La gente compra por cómo los hace sentir.
- No vendes cursos, vendes crecimiento.
- No vendes ropa, vendes confianza.
- No vendes seguros, vendes tranquilidad.
Consejo: cambia tus argumentos técnicos por historias reales. Usa ejemplos, testimonios o situaciones donde tu producto cambió algo.
“Las emociones venden. Los datos solo justifican la compra después.”
7. No mides, solo “intuyes”
“Creo que este post funcionó.”
“Me parece que las ventas van mejor.”
“Seguro el problema es el algoritmo.”
No, lo que falta son números.
Si no sabes cuántos clics, visitas, o conversiones generas, estás manejando con los ojos cerrados.
Consejo: mide lo básico — alcance, clics, leads, ventas — y toma decisiones con eso.
No necesitas un MBA, solo constancia.
“Lo que no se mide, no mejora. Y lo que no mejora, muere.”
Dato: Según Think with Google, las empresas que usan datos en su estrategia crecen 1.5 veces más rápido que las que no.
“No son tus clientes los que te abandonan… son tus errores los que los espantan.” Compartir en XVender no es cuestión de suerte, es cuestión de enfoque.
Y estos errores, aunque parezcan pequeños, pueden ser la diferencia entre sobrevivir o crecer.
Así que revísalos, corrige y sigue adelante.
Porque sí, vender es un arte, pero también es una disciplina.
Y recuerda: el éxito no llega por accidente, llega por análisis, acción y una buena dosis de sarcasmo emprendedor.![]()







