Autónomo o Sociedad Limitada en España: Una Decisión Crucial

Sociedad limitada o autónomo

Iniciar un nuevo negocio siempre es ilusionante. Montar un nuevo negocio implica tener nuevas responsabilidades y tomar decisiones importantes y, algunas de estas, se deben de tomar antes de abrir el negocio en sí.

Básicamente esta decisión se corresponde con la forma jurídica de la empresa, si vas a ser autónomo sociedad limitada. Se tratan de dos opciones interesantes, cada una con sus ventajas e inconvenientes.

Esta decisión es muy importante y no se debe tomar a la ligera, por lo que en este artículo te vamos a ayudar a saber si te conviene más ser autónomo o SL.

 

Aspectos legales y fiscales

Una de las diferencias más importantes que existen entre un autónomo o empresa SL es la responsabilidad legal. De hecho, este factor puede ser diferencial para muchos empresarios que temen perder su patrimonio personal.

Esto se debe a que un autónomo tendrá que responder de forma ilimitada con su patrimonio personal. Si le va mal en el trabajo y acumula deudas, tendrá que hacer uso de su patrimonio personal para poder saldarlas. Esto es algo que no sucede en una SL, ya que la responsabilidad de la SL se limita al capital social aportado en la empresa.

Las obligaciones fiscales también son diferentes y, dependiendo del tamaño de tu empresa o del volumen de tu negocio puede que te resulten más interesantes en un sentido o en otro.

Como autónomo tendrás que pagar el IRPF por tus ingresos y también tendrás responsabilidades con el IVA. Esto no debería suponer un problema ya que se lo repercutes a tus clientes. Además de estos dos aspectos, uno de los factores más diferenciadores entre el autónomo o Sociedad Limitada es que el autónomo tiene la obligación de pagar la cuota de autónomos, una contribución mensual a la Seguridad Social.

Las obligaciones de la Sociedad Limitada tienen que ver con el Impuesto de Sociedades, un impuesto que se paga en función a los beneficios que tenga la empresa. Además de esto, también tiene obligaciones con el IVA igual que el autónomo y también tendrá que aplicar retenciones a los socios siempre y cuando reparta dividendos.

Costes y obligaciones

A la hora de iniciar un negocio es importante tener en cuenta los costes iniciales. Cuando se inicia una actividad económica es normal que los ingresos tarden algo en llegar, por lo que hay que prestar mucha atención a los costes iniciales, pero también a los continuos.

Cuando se trata de iniciar una actividad económica como autónomo tendrás que darte de alta en Hacienda y la Seguridad Social con las consiguientes tasas administrativas. La inversión inicial en comparación a una Sociedad Limitada es menor, ya que esta necesitará de constituirse ante un notario e inscribirse en el Registro Mercantil.

Además de esto, también necesitan un capital social mínimo para empezar a funcionar. Los trámites son algo más complicados por lo que lo más probable y, recomendable, es que tengas que contratar a una gestoría que te ayude.

Los gastos continuos también serán diferentes. Como hemos mencionado antes, el autónomo tendrá que hacer frente a la cuota de autónomos y al IRPF, mientras que la Sociedad Limitada tendrá el Impuesto de Sociedades sobre el beneficio y la retención a los socios.

Ambas formas jurídicas suelen contar con servicios de gestoría, aunque habitualmente las Sociedades Limitadas pagan más debido a que suelen requerir más servicios.

Los servicios de las gestorías ayudan con las obligaciones contables y administrativas. Los autónomos deberán llevar un registro de sus ingresos y gastos y practicar declaraciones trimestrales de IVA si su actividad lo requiere además de presentar la declaración anual de la renta. Por su parte, las Sociedades Limitadas precisan de una contabilidad formal y de presentar y depositar las cuentas anuales en el Registro Mercantil.

En cuanto a las administrativas, las Sociedades Limitadas deben llevar a cabo juntas generales de socios y cumplir con la normativa de las Sociedades Mercantiles.

El autónomo pocas más obligaciones tendrá que dar de alta a sus trabajadores en Hacienda y la Seguridad Social. En resumen, los costes y obligaciones del autónomo son mucho más bajos en comparación a la Sociedad Limitada.

Facilidad de organización

Debido a la menor carga administrativa a la que tiene que hacer frente un autónomo la gestión de su negocio es más sencilla. Con un poco de experiencia, el autónomo puede hacer frente a su propia gestión. Habitualmente se suele recurrir al servicio de gestorías para ahorrar tiempo y también evitar errores en los trámites con la Administración.

Gestionar una Sociedad Limitada es prácticamente imposible si no se cuenta con una gestoría o un grupo de profesionales en la empresa que se dedique exclusivamente a ello.

La carga administrativa es mucho mayor y también tienen que lidiar con más aspectos legales, lo que impide la autogestión.

Esto habitualmente se debe también al volumen y tamaño del negocio. Mientras que un autónomo puede trabajar él mismo en su pequeño negocio, una Sociedad Limitada suele contar con un volumen de facturación importante lo que provoca que suela disponer de más trabajadores a su cargo.

Todo esto implica una mayor gestión que, evidentemente, lo vuelve todo más complicado.

En ambos casos, el uso de software de gestión es recomendable para agilizar la administración del negocio.

Ventajas y Desventajas

Está claro que cada forma jurídica cuenta con sus propias ventajas e inconvenientes, por lo que se hace fundamental saber cuándo interesa convertirse de autónomo a Sociedad Limitada para aprovechar mejor esas ventajas.

Como autónomo cuentas con la ventaja de una mayor facilidad a la hora de constituirse y también de contar con un negocio más flexible. Por otro lado, la responsabilidad ilimitada que se tiene y el menor acceso a financiación son algunas de sus principales desventajas.

Una Sociedad Limitada cuenta con una responsabilidad limitada, lo que supone una clara ventaja en comparación al autónomo. Además, consiguen financiación de forma más sencilla, ofrecen una imagen más profesional y, por lo tanto, es más fácil que puedan crecer.

Todo esto también implica alguna desventaja, por ejemplo, la complejidad en la gestión que hemos visto o tener que asumir más costes dentro del negocio.

Consideraciones Personales y Empresariales

Elegir entre autónomo y Sociedad Limitada es una decisión personal que debe tenerse en cuenta dependiendo del negocio que se vaya a montar. Muchos emprendedores empiezan siendo autónomos y cuando van creciendo como negocio dan el salto a una Sociedad Limitada, tanto para protegerse como para buscar más financiación.

Tener en cuenta todas estas ventajas e inconvenientes es muy importante para acabar tomando la decisión más acertada. Recuerda que cada tipo de negocio es diferente y no solo cuenta con unas necesidades distintas, sino que las expectativas a largo plazo también pueden influir en esta decisión.

Herramientas de gestión empresarial como STEL Order pueden simplificar la administración tanto para autónomos como para SLs, ofreciendo soluciones adaptadas que permiten concentrarse en el crecimiento del negocio.

Conclusión: Autónomo o Sociedad límitada

En definitiva, para tomar la mejor decisión a la hora de empezar como autónomo o Sociedad Limitada es muy importante tener en cuenta las ventajas y también los inconvenientes. Si la gestión es algo que te preocupa, existen soluciones de gestión empresarial como STEL Order que te pueden ayudar mucho a la hora de llevar a cabo la gestión de tu empresa.

Estas soluciones son perfectas tanto para autónomos como para Sociedades Limitadas y permiten a sus dueños tener un mayor conocimiento y control sobre su negocio. Valora todas las opciones detenidamente y elige la que mejor sea para tu negocio.

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